¿SE PUEDE CRIAR UN
ESPAÑOLITO PERFECTO?
Texto de Fabio Guzzi
aparecido en
Italia Ornitológica agosto- septiembre 2013.
¿Se puede conseguir un Raza Española perfecto, lo más
pequeño posible con todas sus características corporales?
Creo que sí, pero se necesita tiempo, en el sentido de que
hay canarios de talla alrededor de la adecuada
pero su cuerpo no es perfecto; y hay otros que el cuerpo es perfecto pero son
casi del tamaño de un canario de color. Este tipo de canarios son el resultado
de canaricultores que buscan resultados
rápidos. El ejemplo principal es que para reducir el tamaño se cruza intenso
con intenso, y de esta manera sí que se
reduce la talla y sale algún buen ejemplar, pero se corre el riesgo de
llenar el propio criadero de muchos canarios fuera del estándar e incluso con problemas de salud y de plumaje. Por ello hay que ser muy cuidadoso al comprar,
ya que uno de estos pájaros procedentes de emparejamientos defectuosos, de intenso X intenso,
introducido en nuestro criadero puede producir solo problemas, que a fin de
evitarlos, uno de los secretos cuando se quiere adquirir un nuevo ejemplar,
además de mirar el plumaje, es mirar las patas. Conviene recordar rápidamente que las patas
deben ser cortas, plegadas, con muslos casi invisibles y tarso de 14 mm, es
decir, pequeño. Las patas demasiado largas son uno de los defectos más
corrientes, así que como he dicho, hay que tener cuidado a la hora de las
compras. Por lo tanto es esencial observar cuidadosamente las pates, que si son
largas ponen en peligro la posición adecuada, y también ponen de relieve
errores en los acoplamientos.
Estoy convencido que es necesario tener paciencia
y continuar trabajando con los intensos y con los nevados, prestando atención a
los canarios de los que nos deshacemos, ya que suele ser ahí donde cometemos
errores, sobre todo cuando nos deshacemos de los machos por son demasiado
grandes. Y nos damos cuenta al principio
de los emparejamientos de tener el criadero lleno de hembras reproductoras, y
con el fin de acoplarlas todas se buscan machos en el mercado, que normalmente
son mayores que los que desechamos previamente. Los machos excepcionales en
circulación son muy pocos, y la mayoría de los criadores los utilizan mucho,
echándolos con varias hembras, por lo que normalmente no están disponibles en
el mercado. Esto hace disminuir el número de parejas reales, y muchas veces las
hembras que están solas, dejan morir alguna cría, y normalmente la que muere
suele ser la más débil y la más pequeña, es decir, la mejor. Hay dos
posibilidades, o se disminuyen las parejas en función de los machos
excepcionales disponibles o se pone más atención a la elección de los machos
reproductores. Antes de deshacerse de un macho que a primera vista puede
parecer de gran tamaño pero que tiene una forma que nos gusta, debemos analizar primeramente sus padres y
luego los hermanos y hermanas.
Aunque los padres sean excepcionales, si los hermanos y hermanas
son todos grandes, entonces la pareja hay que cambiarla o incluso eliminarla, y
el macho del que estábamos hablando se puede vender; pero si los hermanos y
hermanas son excepcionales debemos quedarnos con el macho y probarlo al menos
durante un año, poniendo cuidado con quien se empareja, posiblemente con una
hembra pequeña aunque el cuerpo no sea perfecto.
Volviendo a la creación del Españolito perfecto, estoy
convencido que con el tiempo se logrará. Y como es natural será un intenso, y
naturalmente, para tener un intenso perfecto no debe faltar un nevado perfecto.
Trabajando bien con intensos y nevados, después de 5 ó 6 años las mejoras serán
bien visibles, bastará comparar los abuelos con los actuales jóvenes. Pero
llegados a cierto punto es necesario, más bien yo diría fundamental, tener el
valor de volver de nuevo como máximo
al cabo de 5 ó 6 años. Porque con el tiempo, incluso cuando se trabaja
escrupulosamente y con atención escogiendo los mejores ejemplares Intensos y
Nevados, y especialmente si de vez en
cuando introducimos un semintenso, por ejemplo un marfil en los amarillos y un
ardesia en los verdes, nos dirigimos a lo que yo llamo el punto máximo. Es ese punto en que nos damos cuenta que hemos mejorado en todo
pero que el plumaje comienza a deteriorarse.
El primer signo lo notamos a los
lados de los ojos, sobre todo en los amarillos, cuando las plumas empiezan a
descomponerse o incluso a desaparecer. Eso significa que estamos en el punto máximo. Y en ese punto es cuando
hay que volver hacia atrás, lo que supone escoger el mejor nevado, con el mejor
plumaje de nuestro criadero, aunque sea de tamaño un poco grande, y echarlo con
el mejor intenso que hemos conseguido nosotros. Es fundamental que el nevado
sea de nuestro criadero, pues si no perderemos todo el trabajo efectuado
durante los últimos años. Lo ideal sería emparejar el amarillo que ha llegado
al punto máximo, posiblemente hembra,
con un buen macho verde nevado (aunque sea un poco grande) pero que tenga todas
las características de la raza. Esto es lo que llamo volver al origen.
No hay que olvidar que hasta los años 80, esta raza de
canarios no era de gran pureza. Había dos líneas, la verde y la amarilla, y
entonces como ahora era muy raro ver cruces entre ellas. Analizando estas dos líneas
ligadas al color se puede observar como normalmente el verde es más corto de
cuerpo, cuello, cola y patas, y con el pecho amplio; mientras que el amarillo
tiene el cuerpo más fino, el cuello mejor definido, las patas y la cola más largas y la posición más
erguida. Es evidente que el verde procede del Verdecillo y el amarillo del
Hosso Japonés. (con esta afirmación
estoy en total desacuerdo) .
Quien realmente quiere construir un stam perfecto debe
partir de las dos líneas y cruzarlas entre sí, que en la primera temporada nos
dará solo ejemplares manchados y que sucesivamente, durante dos o tres años
cruzaremos con canarios amarillos o verdes, según prefiramos. Esto requiere
paciencia; naturalmente en años sucesivos iremos conservando aquellos
ejemplares en los que se ha mejorado el plumaje y un poco las demás
características, pero no ha ocurrido así con la talla.
Así que seguramente habremos conseguido algunos
reproductores excepcionales que no
podemos explicar cómo ni porqué. Entonces para evitar que durante uno o dos
años no corramos el riesgo de no tener
buenos ejemplares para las exposiciones se deben tener dos o tres líneas de
cría que se lleven alrededor de dos o tres años. Así que cuando la tercera
línea ha llegado al punto más alto, la primera línea que se lleva una
diferencia con la tercera de dos o tres años está en condiciones de darnos
magníficos ejemplares para las exposiciones. Y se puede estar seguro que
respecto a los años anteriores el criador va consiguiendo ejemplares más
pequeños y con el cuerpo mejor. Esto supone que se acerca cada vez más al
canario perfecto de Raza Española.
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