sábado, 27 de septiembre de 2014

EL POSADERO Y JAULA DE LOS CANARIOS DE FORMA Y POSICIÓN
    G. Passignani

    La selección de las diversas razas de pájaros, hechas en cautividad, y en particular la del canario, debe ser lo más completa posible sin omitir ninguno de sus componentes.
    El primer aspecto de la selección es la salud del canario; iniciar la cría con canarios que no están en perfecta salud significa ir por un camino decepcionante y corto. El local de cría es importante para mantener la salud de los canarios, como la alimentación. Es importante tener conocimientos de de biogenética, morfológica, fenotípica, comprendiendo las causas que las determinan; conocer las variedades de plumaje para cada raza y en último lugar tener experiencia en el emparejamiento del macho y la hembra. Todo esto se debe hacer con pasión y entonces se verá que  al cabo de pocos años los buenos resultados no tardarán en llegar.
    Nuestro hobby, lleno de sacrificios y renuncias, finaliza cada año con la presentación de los mejores individuos en las mejores exposiciones, en busca de esos éxitos que cada uno de nosotros anhela. Son muy pocos los aficionados que crían sus pájaros buscando el máximo parecido de sus ejemplares al estándar de la raza y luego no participan en las exposiciones.
    La mayor parte de los criadores, sea por unas causas o por otras, fallan en producir un buen porcentaje de canarios típicos, con excelente plumaje, bien entrenados a las jaulas de exhibición y en excelentes condiciones. El camino comenzó en la selección realizada por el aficionado y que bien hecha puede ser la clave para obtener múltiples satisfacciones.
    Pero con la llegada a la exposición, con la operación de enjaularlos nacen los primeros problemas, problemas que, raza por raza, vamos a tratar de analizar, en cuanto que muchas veces determinan el resultado en la exposición y pueden echar por tierra todo el sacrificio selectivo hecho durante tantos años de trabajo.
    El problema afecta a la jaula y al palo o posadero. Las jaulas ya tienen una forma y tamaño determinado y no se puede actuar sobre ellas. Pero los problemas surgen cuando las Razas que va a alojarse en esas jaulas son canarios muy nerviosos o excitados,  que toman una posición demasiado erguida, alargando el cuello y alterando notablemente la forma y la posición ideal que deben tener. Tomando como ejemplo el Gloster, muchos ejemplares cuando se meten en la jaula de concurso suya, tienden a estirarse y baten las alas, alterando significativamente su forma.
    Este problema, de manera bien visible, se ve también con las jaulas de media cúpula que se usan para el Border, Fife Fancy, Hosso Japonés, Scotch Fancy y Raza Española, jaulas que muchas veces, y en la misma exposición, tienen diversas medidas: 30 cm de altas, 35 de larga, algunas 15 cm de profundas, otras 10 cm (tipo inglés). El modelo inglés, más estrecho, obliga al canario, en particular al Border, a adoptar la posición más adecuada por la dificultad de girarse, cosa que no ocurriría si la jaula tuviese más profundidad. Con la jaula estrecha el canario se ve forzado a ponerse de perfil frente al juez, con lo que se aprecia mejor su posición y contorno.
    Otro problema que puede surgir de la jaula es la limpieza de la misma, ya que cuando está sucia  altera el color del canario, en particular los amarillo y los blancos, pues los ensucia.
    Pero estos males tienen fácil solución. En el caso del Gloster poniendo un cartón que cubra totalmente la parte superior; en las jaulas de media cúpula y adecuada profundidad dando tiempo al canario a que tome la posición (siempre y cuando esté bien entrenado), y por último llevando una toalla o trapo para limpiar la jaula antes de introducir al canario.
    El verdadero problema son los posaderos o palos, o como se les quiera llamas, que si no tienen la forma y la medida adecuada para cada raza, no solo dificultan la adquisición de la posición, sino también la forma.
    Comenzando con las jaulas de media cúpula, cuando se expone el Border, el posadero debe ser de forma redonda con un diámetro de doce milímetros, para dar la posibilidad al Border de agarrarse al posadero con todos los dedos, cosa necesaria para asumir la posición adecuada.
 Cuando el Border se aloja en una jaula de media cúpula con unos posaderos adecuados, el cuerpo se ve afectado positivamente, las patas muestran todo el tarso, el talón y una parte de la tibia. Si el posadero es de forma plana, el canario está como si se encontrase en el suelo, en cuclillas, y salvo raras excepciones no toma la posición adecuada. Los dos posaderos deben estar separados once centímetros.
    El Fife Fancy, alojado en la misma jaula de media cúpula, tiene las mismas exigencias que el Border: posadero redondo con un diámetro de diez milímetros, con una distancia entre los dos palos tiene que ser nueve centímetros. Con demasiada frecuencia vemos al Fife Fancy expuesto en jaulas reglamentadas con posaderos planos, con un tamaño que a veces supera los quince milímetros.
Con estos posaderos tan extraños el canario no consigue levantarse y asume la posición de “la gallina clueca”, estropeando su propia forma, anulando el efecto de la nuca, con un peso del cuerpo hacia la cloaca. Como puede apreciarse el Fife Fancy es uno de los canarios más perjudicados por un posadero inadecuado. Un Fife Fancy expuesto con posaderos inadecuados, cuando se pone en los adecuados para él, tarda un tiempo en tomar su posición, debido al dolor sufrido en la exposición donde no ha tenido su posadero óptimo.
    Para el Scotch Fancy la jaula ideal también es la de media cúpula, con los posaderos de la misma medida que el Border, pero con una separación entre sí de trece centímetros.
  Cuando el canario puede agarrarse con seguridad al posadero es cuando puede asumir la posición en semicírculo y mostrar su fina elegancia con el cuello largo, cabeza serpentiforme, espalda estrecha, dorso bien redondeado, patas ligeramente flexionadas y la cola pasando por debajo del palo. Todo esto solo puede suceder cuando el canario puede agarrarse bien al posadero.
    Las otras dos razas que se alojan en la jaula de media cúpula son el Hosso Japonés y el Raza Española. Estas dos razas, vistas las pequeñas patas y pequeños dedos, necesitan posaderos pequeños de forma redonda de diez milímetros de diámetro. La distancia entre un posadero y otro es de diez centímetros para el Hosso Japonés y de doce centímetros para el Raza Española.
¿Cómo va a poder el Hosso curvarse si no está bien agarrado al posadero?

El Raza Española, con sus patas cortitas y dedos muy pequeños, necesitan agarrarse bien para poder moverse con agilidad y saltar bien de un posadero a otro.
    La jaula de cúpula es para Yorkshire, Lancashire, Bossu Belga, Munchener, Bernois y Llarguet. En este tipo de jaula hay dos tipos y formas de los posaderos. Está previsto que hay un posadero central en alto y otros dos en la parte baja, y colocados lateralmente, junto al comedero y al bebedero. Es importante que el canario, cuando se encuentra en lo alto, en el posadero central, no se distraiga con otros posaderos a los que pueda llegar, y algunas veces no tome la postura correcta.
    Para el Yorkshire el posadero oval es determinante, no solo para tomar la posición, sino también para dar a todo el ejemplar el movimiento de contracción de las patas (trabajo del posadero) y de deslizamiento hacia delante hasta que se sujete con  el dedo posterior.
Todo esto hace que el canario, a causa del movimiento de las patas, levante la espalda y recoja el cuello y cabeza y así tome la forma  y posición adecuadas.
 Cuando el posadero colocado en lo alto es de forma redonda el canario también consigue erguirse, pero el bloque espalda, cuello, cabeza, en vez de estar recogido se alarga o se acorta demasiado.
    Para el Lancashire, Bossu Belga, Munchener, Bernois y Llarguet la forma del posadero puesto en lo alto debe ser redonda, con doce milímetros de diámetro.

 Cuando se expone un Yorkshire el posadero en alto debe ser oval, con un ancho de quince milímetros, y los laterales de abajo redondos de doce milímetros. Para las otras razas basta poner en el centro un posadero redondo y posaderos ovales abajo.
    Finalmente quedan las jaulas tipo caseta, solamente con el frontal abierto.

 El Gloster puede tener el posadero de forma cuadrangular, con los bordes redondeados (a la inglesa), o bien redondas de diez milímetros de diámetro; la distancia justa entre los posaderos es de nueve centímetros

 Para el Crest y el Norwich valen las mismas reglas del Gloster con un diámetro de doce milímetros.
        En último lugar queda el canario Lizard. La jaula ideal es la de caseta, y si es posible con el interior de color azul cielo, este fondo de jaula posibilita que el color de fondo del Lizard resalte más. El posadero ideal es de forma redonda con un diámetro de diez milímetros y una distancia de un posadero a otro de doce centímetros.      Como se ha visto, el posadero es determinante para resaltar mejor las características de cada raza, no solo para la posición, sino también para dar al cuerpo del ejemplar la forma justa. El posadero adecuado da al canario tranquilidad, y esta tranquilidad le hace tomar su posición adecuada.
        Poner un posadero equivocado en una jaula de exposición (un Hosso Japonés con un posadero de quince milímetros), es como si a un gran violinista se le da para tocar un Stradivarius un arco defectuoso.